Nuestra Historia

En 1951, Don Eugenio López y su esposa Irma Grillo, inauguran su primer local en el barrio de Caballito, transformándose en una de las primeras fábricas de pastas frescas de toda la Argentina.

En 1971, se mudan a la calle Chilavert al 6670, en el centro comercial de Villa Lugano, donde hace más de 50 años se elaboran pastas a la vista, siendo pioneros también el barrio.

En 2004, deciden junto a su hijo Omar, abrir una sucursal bajo el nombre de IERI (ayer en italiano), apostando a revivir antiguas recetas y la fabricación bien artesanal que comenzaba a perderse frente a nuevas fábricas industriales.

​Hoy IERI sigue elaborando productos diferentes como los fusillis al fierrito (elaborados uno por uno con una aguja de tejer), ñoquis soufflé de “La Nona” (el clásico ñoqui de papa y ricota cortado a mano que hacían nuestras abuelas), mini sorrentinos y variedades poco frecuentes debido al trabajo que conllevan.

También se preparan uno a uno los capelletis, los agnolottis, los sorrentinos y los raviolones. Hasta las papardelles (cintas anchas) se cortan a cuchillo.

Utilizamos más huevos de lo normal para nuestras masas, para así lograr un dente bien italiano.

Además, seguimos con los mismos proveedores de cuando inauguramos, lo que permite que nuestras pastas tengan identidad propia.

​También nuestros clientes tienen la posibilidad de encargarnos con anticipación, la pasta con el relleno y la forma que ellos quieran.

De esta manera, se cotiza y pueden crear y probar las pastas que más le gusten o simplemente rememorar algún sabor de la infancia.​

Somos una fábrica cuya producción es a mano en más de un 70%, manteniendo así la tradición de las históricas fábricas.​

¡Te esperamos!